¡Lyon es el estómago de Francia! Esta capital gastronómica está repleta de algunos de los mejores restaurantes del mundo y auténticos bistrós franceses.
Cuando tu cinturón se quede sin presillas, explora el centro histórico de la UNESCO con la mayor colección de edificios renacentistas del mundo. Prepárate para hacer un viaje en el tiempo, con anfiteatros romanos, muelles bulliciosos y una serie de escaleras y pasadizos secretos utilizados por los trabajadores de la seda para llevar sus mercancías al mercado. ¿Qué más esperarías de una ciudad de 2000 años de antigüedad? Cuando haya marcado los museos y la impresionante basílica de Notre Dame de Fourvière, tome un espresso en un café para ver pasar el mundo…